La emergencia sanitaria se presentó frente al calendario anual organizado. Este que estaba pensado en la interacción presencial de la enseñanza aprendizaje, pasando así desde esa modalidad a una a distancia, un formato en línea nunca antes experimentado. Para que esta propuesta pudiera funcionar era necesario que se pudieran establecer ciertas condiciones, no solo a nivel técnico, sino también sociales.
Nuestro primer desafío como colegio, fue asegurarnos de llegar a todos nuestros estudiantes. Para lo cual diseñamos múltiples canales de conectividad acorde a las realidades y necesidades de cada uno. Hoy en día, nos conectamos a través de una plataforma oficial “Google Classroom”, mails, canales de youtube, Instagram, Facebook, WhatsApp y entrega de material físico.
El Colegio cuenta con un sistema de enseñanza a distancia de alto estándar y reconocido por la Superintendencia de educación, lo que nos otorga un sello de calidad. Para poder llevarlo a cabo se hizo entrega de los textos escolares a cada estudiante y actualmente, a través de las plataformas mencionadas, los docentes se conectan con el estudiante, por medio de trabajos, tareas, chat, comentarios, clases online, formularios de evaluación y retroalimentación directa uno a uno.
Semana a semana, se lleva un minucioso registro para saber cuánto han aprendido nuestros estudiantes y cuáles de ellos han respondido de manera satisfactoria y aquellos que requieren de mayor apoyo son contactados en trabajos diferenciados con especialistas en cada una de las áreas.
Este desafío, al que llamamos distanciamiento social y que se presentó como el mayor desafío, probablemente en los últimos 100 años, nos deja el objetivo de insistir en que aun en distancia social podemos continuar con los procesos educativos. Como colegio, en tiempo récord nos capacitamos unos a otros y de manera autodidacta en la utilización de diferentes plataformas tecnológicas como: zoom, canales de youtube, preparación de materiales audiovisuales, procedimientos para conectarse online con alumnos, apoderados y pares, crear formulario de recogida de información de cómo van avanzando en los objetivos de aprendizaje, estableciendo rutinas de llamadas telefónicas a los niños, no solo para abordar el área académica, sino también, emocional.
En esta dimensión también fue un gran desafío para el colegio el promover en las familias del establecimiento, un rol mucho más activo, necesitábamos que tuvieran un acercamiento estrecho en el acompañamiento de los procesos formativos de sus hijos, tarea que en los últimos años se reflejaba como distante y que con esta pandemia se ha mostrado como oportunidad de colaboración casa-escuela.